12 de diciembre de 2010

Christmas, Christmas hated.

Miró para todos los lados. Se encontraba en la calle más grande de su ciudad. Cuya ciudad ya estaba decorada de Navidad desde hacía unas semanas. Sintió ganas de reír al ver a la gente que pasaba a su lado con prisas y bolsas en las manos. Iban para allí para luego volver. Entraban en las tiendas y salían con bolsas. ¡Que estupidez! A ella nunca le había gustado la Navidad, y eso que era cristiana. Quizá fuese por el hecho de no haber tenido una navidad que mereciese la pena. O quizá simplemente porque era diferente a los demás. 
Caminó unos metro y parada en un semáforo observo como la gente, que andaba divertida y algo agobiada, se resguardaban, en porches y tiendas, de la pequeña lluvia que caía. Ella sin embargo se quedó bajo la lluvia. Ya entendía el porque de su rechazo a la Navidad, era diferente a todos. Unos días atrás se lo habían dicho. A poca gente le gustaba mojarse bajo la lluvia como ella lo hacía, también poca gente llevaba gorro en aquella insignificante ciudad y sobre todo apenas a unas personas la navidad le parecía estúpida. Y que todo estuviese revuelto en aquel pequeño cuerpo era bastante raro. Y esa misma persona que le había comentado que era especial, meses antes le había dicho una frase que nunca olvidaría y que utilizaría a menudo: "Quien es raro es especial"

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