13 de agosto de 2013

Sufrir por nuestros queridos "chicos malos"

¿Qué es realmente atractivo? Unos ojos azules o verdes, un torso tonificado, el efecto de la sonrisa en la cara, el cabello, ¿es eso? Porque si es eso, puestos a pedir, pido unos ojos azules en una piel clara y el pelo negro, unos ojos verdes que brillen a la luz del sol, unos abdominales en una piel morena o el cabello largo o a media melena. ¿Pero qué más da estos atributos si prometen tratarte como una reina y te tratan como algo irrelevante? Si te hacen reír durante dos noches y el resto ni se dignan a mirarte. Si cada vez que te ven te sonríen y realmente tienen a otra persona. Pero nosotras, tontas, nos molan más ese tipo de chicos, los llamados "chicos malos". El atractivo de esos chicos no lo tiene ese amigo fiel o tal desconocido que se muestra lo más cortés contigo. No, para nada. Es mucho mejor aguantar a ese tipo de chi
cos, llorar y ser consolada por el amigo ¿verdad? Pero que le vamos hacer, la Naturaleza nos ha creado así y así somos, sufrir es lo nuestro. Tacones y chicos malos, de eso se trata nuestra vida al fin y al cabo ¿no? No vamos a cambiar ahora que está todo en su sitio ¿para qué?
Seamos sinceras con nosotras mismas: no queremos una relación fácil, esa en la que el chico te trata maravillosamente haciendo todo aquello que tú le pides sin una sola queja. Preferimos el que nos rechisten y que pasen de nosotras durante días para cuando no tengan nada mejor que hacer vengan y te hablen y entonces tú te dices: "Oh, que alegría, se ha acordado de mí después de tanto tiempo". Tontas. Pero no pasa naaaaaada, obviamente, vuelven con sus sonrisas y tonterías, diciendo jartás de pegos y con esas voces tan, tan sensuales. Y de nuevo dura dos días y el ciclo sin fin de la vida. 
Debería añadir a la lista también aquellos chicos cuyas aficiones rozan lo ilegal o directamente lo son. Eso sí que es sexy, no se puede negar, porque un chico en lo ilegal es un chico misterioso, cuyo puesto en la pirámide de chicos que molan está bien alto. 
Y yo me pregunto ¿y por qué nosotras no somos como ello? También podemos hacer ese tipo de cosas pero lo reservamos a los pesados, bueno, podemos ser aún más crueles con ellos. Pero a un chico malo nunca, nunca le harás eso porque te atrae como una luz atrae a un mosquito. Te ciega, te incapacita, te congela. No te deja ser quien realmente eres.